jueves, 14 de abril de 2016

Las cuatro razones por las que un emprendedor debe conocer su mercado objetivo


Un elemento fundamental a la hora de emprender es conocer cuál es el tipo de mercado al que entraremos con el bien o servicio que pensamos desarrollar, producir y comercializar. Desde los mercados competitivos hasta los monopolios podemos pasearnos por un conjunto de características que definitivamente debemos tomar en cuenta, ex ante, para tomar  decisiones acertadas y garantizar el éxito de nuestro proyecto.

Hay al menos cuatro elementos sobre el mercado objetivo que todo emprendedor debe conocer, estos son:

Si existen o no barreras de entrada, a medida que los mercados son más concentrados es mucho más complejo entrar en ellos debido a estas limitantes que pueden manifestarse como grandes montos de inversión, acceso a cierta tecnología o recurso natural, protección gubernamental o la propiedad de alguna patente. Por ejemplo no será lo mismo entrar a un mercado atomizado como la consultoría en la que seguramente solo necesitaremos de nuestro know how y algunos equipos que intentar ingresar en telecomunicaciones.

Cómo se comportan las empresas en el mercado objetivo, el grado de concentración que exista en este definirá las acciones que tomen cada uno de los participantes, tanto para competir entre ellos como para hacer frente a la entrada de nuevos emprendedores.

Cómo nos comportaremos nosotros como nuevos entrantes al mercado, el conocimiento de la estructura de mercado nos permite desarrollar nuestra estrategia para ingresar y competir. La elección entre asignar un precio por debajo del de la competencia para nuestro producto o diferenciarlo con bienes o servicios asociados o a través del marketing será una consecuencia de este conocimiento sobre la estructura en la que pretendemos entrar y la respuesta que los competidores podrían tener ante nuestro ingreso.

Aunque siempre que emprendemos lo hacemos pensando en el éxito, debemos tomar en cuenta la posibilidad de que no nos vaya también como lo hemos planificado y tengamos que abandonar el mercado. En este punto entran en juego las barreras de salida, generalmente representadas por los costos hundidos que tengamos que asumir. Volviendo al ejemplo del emprendedor que incursiona en el mercado de la consultoría, para este será más fácil tomar su ordenador y dedicarse a otra actividad que para aquel que invirtió una fuerte suma de dinero en la compra de maquinarias especializadas para la producción de determinado bien.


El conocer estos elementos, entre muchos otros, no nos garantizan en éxito, pero definitivamente nos iluminan el camino ya azaroso del emprendimiento. 

Artículo publicado en @Proemprender, 2013.